La Parroquia de San Miguel Arcángel es, sin duda, la joya arquitectónica más emblemática de San Miguel de Allende. Su imponente fachada neogótica, con sus dos torres gemelas y sus intrincados detalles, ha cautivado a generaciones de visitantes y se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Sin embargo, detrás de su belleza actual se esconde una historia rica y compleja.
Los orígenes de la parroquia se remontan a los primeros años de la fundación de San Miguel el Grande. A lo largo de los siglos, el templo ha sufrido diversas transformaciones y reconstrucciones debido a terremotos y el paso del tiempo.Inicialmente, la parroquia tenía un estilo barroco, pero a finales del siglo XIX, bajo la dirección del maestro cantero Zeferino Gutiérrez, se llevó a cabo una remodelación radical que le otorgó su característico aspecto neogótico. Esta transformación incluyó la construcción de las torres actuales, la modificación de la portada principal y la reestructuración de gran parte del interior.
Gracias a esta remodelación, la Parroquia de San Miguel Arcángel se convirtió en un referente del estilo neogótico en México. Su belleza y singularidad la han convertido en uno de los lugares más fotografiados de la ciudad y en un escenario ideal para bodas y eventos especiales. Hoy en día, la parroquia sigue siendo un centro de culto y un punto de encuentro para la comunidad, además de ser un atractivo turístico de primer orden.