La Parroquia de Santa María de Amealco es un tesoro arquitectónico que ha resistido el paso del tiempo. Construida en diferentes etapas a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX, esta iglesia es un testimonio vivo de la historia y la fe de la comunidad.
Si bien el templo original data de 1778, el edificio que hoy conocemos fue erigido en 1882. Su diseño en forma de cruz latina, con nave, coro, presbiterio, sacristía y bautisterio, es una muestra del estilo arquitectónico de la época. Un detalle que la hace aún más especial es su piso original de duela de madera, con respiraderos de bronce, que conservan la esencia de su pasado.
La fachada de la parroquia, adornada con una escultura de la Virgen María y una inscripción que detalla las fechas de construcción, es un verdadero deleite para los amantes de la arquitectura. Visitar este templo es sumergirse en un viaje a través del tiempo y apreciar la belleza de un legado que ha perdurado por siglos.