El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que en su gobierno se han registrado más asesinatos que en sexenios anteriores, pero insistió en que eso no implica un aumento en la violencia general. Durante su conferencia matutina, el mandatario fue cuestionado sobre los 170 mil homicidios ocurridos durante su administración y respondió detallando la estrategia de seguridad implementada, que incluye el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional, reuniones matutinas con el gabinete de seguridad y programas sociales como “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
López Obrador explicó que su política social, enfocada en la inversión en jóvenes y la atención a las causas de la violencia, ha contribuido a reducir la incidencia de delitos federales y otros crímenes como el robo y el secuestro. Sin embargo, justificó la persistencia de homicidios como un legado del periodo neoliberal, durante el cual se originaron las bandas criminales que actualmente enfrentan. El presidente mencionó que, aunque las cifras de homicidios son altas, en otros indicadores de violencia se ha registrado una disminución, lo que sugiere que su estrategia de seguridad está funcionando paulatinamente.
El mandatario defendió el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública, afirmando que no se les ordena reprimir y que respetan los derechos humanos. Criticó a los gobiernos conservadores por apostar solo a medidas punitivas para combatir el crimen, mientras que su administración se centra en abordar las causas profundas de la violencia. A pesar de la veda electoral, que prohíbe difundir logros gubernamentales, López Obrador destacó el financiamiento de programas sociales como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, al que su gobierno destina 115 mil millones de pesos, como parte de su estrategia para combatir la violencia desde sus raíces.
