El presidente de Coparmex Querétaro, Jorge Camacho Ortega hizo un llamado a las autoridades y a la población en general a revertir las consecuencias del cambio climático, la emisión de contaminantes y a prevenir y gestionar adecuadamente las crisis y desastres provocados por los desastres naturales . Señaló que lo ocurrido en Acapulco como consecuencia del huracán Otis es un claro ejemplo de los problemas ambientales que sufre el mundo.
Es importante señalar que octubre de 2023 fue el más cálido en la historia del mundo. Es síntoma de algo innegable, pues el cambio climático es una realidad que acarrea consecuencias muy graves, entre ellas: aumento de las temperaturas que provoca variaciones en los patrones climáticos, eventos meteorológicos extremos y un incremento en las olas de calor.
El cambio en los patrones de precipitación han dado lugar a sequías prolongadas e inundaciones sin precedentes así como la desglaciación y deshielo; el aumento del nivel del mar; el impacto en la biodiversidad; la amenaza para la seguridad alimentaria y su repercusión en la salud humana. Esto intensifica los eventos climáticos extremos como huracanes, tifones, ciclones, inundaciones y sequías que provocan afectaciones a la vida humana. El presidente consideró que no aprender de lo visto y ocurrido en Acapulco sería un acto imperdonable.
Resaltó que al 15 de noviembre de 2023 más del 71.5% del país enfrenta una sequía anormal, solo el 28.5% del territorio está en condiciones normales. Esta situación contrasta con los mismos días del año pasado donde el panorama era a la inversa: 71.4% por ciento del país estaba libre de sequía según el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). A nivel nacional, en noviembre, las presas alcanzaron un nivel promedio del 49.5%. En Querétaro apenas alcanzan un 4.7%, en San Luis Potosí un 15.8% y Tamaulipas con un 18.5%. De acuerdo con datos de la CONAGUA, en junio de 2023 a nivel nacional llovió 61% menos en relación con el promedio del mismo mes de 1991 a 2020. El escenario futuro es desolador; según la ONU, las sequías se duplicarán para el 2050.
Por lo anterior, alertó que el cambio climático global es la mayor amenaza que enfrenta la vida tal y como hoy la conocemos, pero pocos hablan del tema. Lo que se ha normalizado, tolerado e intensificado no es la prevención, las medidas de mitigación o de regeneración ambiental sino, lamentablemente, es el crecimiento poblacional, la sobreexplotación del agua y la deforestación.
Por ello, pidió que los tres órdenes de gobierno realicen acciones en materia de prevención y atención de desastres a través de planes, programas y acciones integrales, como la transición hacia energías renovables, apostar por la eficiencia energética, la conservación forestal, gestión del agua, agricultura sostenible y educación ambiental.
Mencionó que se requiere poner al centro a las personas y dejar de creer que se puede dañar al medio ambiente sin que eso tenga terribles consecuencias. La cultura de protección civil debe fortalecerse, por lo que sociedad y gobierno deben trabajar juntos para proteger a la población y en situaciones críticas, deberán coordinarse para atender la emergencia y reconstruir los espacios destruidos. Nadie es mejor que todos juntos, apuntó.
