El Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó fuertemente la acción de Ecuador al allanar la Embajada mexicana en Quito para detener a un asilado político, calificándola de autoritaria y violatoria de la soberanía nacional. En una conferencia matutina, denunció la irrupción de las fuerzas policiales y militares ecuatorianas en la sede diplomática como un acto vil, insinuando un respaldo de potencias hegemónicas detrás de esta acción. López Obrador anunció que llevará el caso ante la Corte de Justicia Internacional, afirmando que México merece respeto y que no permitirá que su soberanía sea vulnerada.
El Presidente ecuatoriano Daniel Noboa justificó la irrupción en la Embajada mexicana argumentando la necesidad de evitar la fuga del ex Vicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la sede diplomática desde diciembre. Aunque expresó disposición para resolver las diferencias con México, afirmó que la justicia no es negociable. Esta postura desencadenó la decisión de López Obrador de romper relaciones diplomáticas con Ecuador.
López Obrador reafirmó la independencia y soberanía de México, declarando que el país no se dejará influenciar por campañas calumniosas ni se arrodillará ante hegemonías extranjeras. Subrayó que México es una nación libre e independiente, resistiendo cualquier intento de subyugación por parte de otros países.
