Revista

Sin Campo, no hay Ciudad

Por Sonia Rocha Acosta
Fotos: Juan Espinosa

Como diputada federal represento al Distrito electoral I, que se integra por diez municipios de la Sierra Gorda y el semidesierto queretanos. Fui electa en 2018, con el voto mayoritario de los habitantes de dicho distrito y en 2021, la gente me volvió a favorecer con su voto, por lo que continuo como legisladora representando orgullosamente a una zona que se distingue por su gente, sus recursos naturales y tradiciones. En mi trayectoria parlamentaria he ocupado el cargo de Diputada Local (2006-2009), en la LV Legislatura del Estado de Querétaro y Senadora de la República (2015–2018), en las LXII y LXIII Legislatura del Congreso de la Unión.

En la actual LXV Legislatura, denominada la “Legislatura de la Paridad, la inclusión y la Diversidad”, me desempeño como Presidenta de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados, encargo que ostento con honor, por ser la primera mujer en la historia del Congreso, en presidir tan importante comisión para el trabajo legislativo.

Desde que la gente me brindo la confianza para representarlos, primero en el Congreso Local, y después en las Cámaras del Congreso Federal, me he propuesto impulsar las causas para defender y brindar apoyo necesario al campo queretano.

Como representante de la zona de mayor concentración de productores agropecuarios en Querétaro, he trabajado con persistencia para lograr reformas históricas, que den certeza jurídica y aseguren la tenencia de las tierras. También, en dar apoyo a las mujeres campesinas, pues se tiene la creencia que las tareas del campo son solo de los hombres, quienes, debido a la migración, se van en busca de mejores oportunidades de vida y es la mujer la que se queda a cargo de cuidar la tierra. Sin embargo, la historia nos dice que la presencia de la mujer en este ámbito, ha existido toda la vida.

Hoy las mujeres participan en diversas áreas, desde el cuidado de la parcela, el cultivo, la cosecha y la comercialización de los productos. Asimismo, en la actualidad podemos ver a más mujeres presidentas de asociaciones, relacionadas con la ganadería o la agricultura, no sólo en Querétaro, sino en todo el país.

Es por ello, que desde mi espacio como legisladora, mi principal tarea ha sido la lucha porque en el marco de la discusión y aprobación del Presupuesto Federal, cada año se otorguen recursos suficientes para incentivar la producción agrícola y productividad del medio rural, que necesariamente beneficiará a las mujeres.

Como integrante de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, de la Cámara de Diputados, enfoco mis esfuerzos en llevar las voces de cada una de las y los trabajadores del campo queretano que represento, así como de las confederaciones campesinas de la entidad, buscando un presupuesto digno y que alcance para las demandas prioritarias. Considero que el sector primario queretano está enfrentando con fortaleza las circunstancias adversas que dejó la pandemia provocada por la enfermedad COVID-19 y es nuestra responsabilidad como legisladores, brindarles los apoyos necesarios para que retomen el camino del crecimiento.

A lo largo de los años que he sido representante popular, he aprendido que hablar del campo es sinónimo de hablar de historias de trabajo, de muchos ejemplos de esfuerzo y de familias llenas de fortaleza. Lamentablemente, implica también hablar de un sector abandonado, que ha sufrido diversas clases de embates económicos y climatológicos, principalmente. Pero al mismo tiempo, el campo mexicano es un sector que ha sabido sacar fuerza de la dificultad, no ha flaqueado ante los retos, por el contrario, ha mostrado su capacidad de adaptación y se ha sido pieza fundamental para el rescate de las grandes ciudades, en tiempos de duras pruebas para la humanidad.

Como integrante de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, en la Cámara de Diputados, he puesto el acento en la valoración de la mujer campesina, con acciones como el apoyo manifiesto a la incorporación del principio de paridad e igualdad de género, así como el reconocimiento de la mujer rural, en la economía familiar y comunitaria, a través de reformas la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, que aprobamos en enero del 2022.

Sin duda, convivir de cerca con este sector, me ha permitido palpar las necesidades y carencias más sentidas. En consecuencia, he manifestado en diversas tribunas e intervenciones ante los medios de comunicación, que continuaré en la búsqueda de que se destine un presupuesto digno, que incentive la productividad, la modernización y la competitividad del campo mexicano. La meta es visibilizar al campo como un sector primordial para la alimentación de todas y todos, para el crecimiento y desarrollo nacional, pues es claro que: “SinCampoNoHayCiudad”.

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